Un matrimonio feliz, es un matrimonio saludable.
El matrimonio puede parecer tan anticuado
como el tono sepia, pero la investigación repetida muestra que las personas que permanecen
casadas con una persona con características pasivas y humildes son
estadísticamente más felices y viven más tiempo que sus contrapartes no
casadas. ¿Sabes es perfecto, pero muchos son felices, pero hasta esos
matrimonios tienen sus problemas y dificultades, pero hay
un por qué, en que algunos matrimonios funcionan y otros no, afortunadamente para
este artículo, lo que hacemos es analizar por qué unos si y otros no.
Por
supuesto hay matrimonio no permanente , sólo tú y
yo podemos mantener una estabilidad dentro de una relación. Siga estas
estrategias y quién sabe, tal vez usted durara cincuenta años de casado con su pareja, con
mucha salud, beneficios psicológicos, y una felicidad que embellezca tu alma.
Sea realista con sus expectativas de relación:
El romance es maravilloso y viendo lo mejor
de su pareja es una forma segura de mantener el amor y la intimidad, vas a tener años con su cónyuge, es tiempo
suficiente para ir conociendo cada cosa y así mantener un matrimonio estable. En
la primera agonía de la pasión, el objeto de nuestra atención romántica puede
parecer perfecto, pero entonces comienzas a descubrir sus pies de barro. En
este punto, para que el matrimonio dure tenemos que ver más allá de las debilidades
personales y manías, después de todo, nadie es perfecto. Todos los
matrimonios deben trabajar, no esperes que todo sea sin esfuerzo, hay que
aprender a superar las cosas pero junto con su pareja.
Alguna vez has notado que algunas personas
nunca pueden disculparse, no admitir que estaban equivocados, no decir ¡Lo
siento! Y dejar que la otra persona olvide lo sucedido, esos son los que
son mucho menos propensos a llegar a ser o permanecer casados.
Una encuesta realizada en San Francisco,
encontró que las personas que se quedan felizmente casados tienen el doble de
probabilidades de ser capaces y dispuestos a pedir perdón a sus socios como
divorciados o solteros. La encuesta encontró que las personas felizmente
casadas son un 25% más propenso a pedir disculpas en primer lugar, incluso si
sólo se sienten parte de la culpa. Dentro de las personas divorciadas y
solteras encontraron alguna que se disculparon y otras no, las que pidieron
disculpas duraron más en la relación que las que no lo hicieron.
El romance y la pasión pueden atraer a las
parejas, pero el compromiso y el respeto será el reto que deberán superar para
mantenerse firmes en la relación, aprender a decir lo siento es muy primordial en un matrimonio.

